En esta última reflexión se
expondrán los diferentes elementos y herramientas que se han utilizado para
corregir el escrito que las compañeras de la RUG habían elaborado.
En primer lugar, decidimos copiar
el texto de la Wiki a un documento Word, de manera que el trabajo nos resultara
más rápido y sencillo. Desde este programa, decidimos dividir los errores en
cuatro grupos: errores de gramática (señalados en amarillo en las correcciones),
de léxico (señalados en azul), de tipo textual (indicados en verde) y errores
de pragmática (destacados en rosa). Además de resaltadas en los colores
mencionados anteriormente, también se destacaron en letra negrita y roja, de
modo que resaltaran más aun a la vista.
En general, en cuanto al tipo de
errores que se decidieron corregir, tuvimos muy en cuenta el nivel de las
alumnas de la RUG, ya que no tenían por qué saber varios de los que encontramos
en el texto. Este es el caso de la confusión de gratis por gratuito o tienes el derecho de asistencia médica
por derecho a asistencia médica. Se
trata más bien de errores de precisión léxica propios de niveles más altos al
que cursan las alumnas de la RUG.
Mi compañera y ya nos limitamos a
señalar los errores encontrados a lo largo del texto. Sin embargo, no
modificamos ninguno de ello, sino que simplemente les añadimos una reflexión o
pequeño comentario a continuación de todos los que íbamos encontrando. En todos
ellos intentamos transmitirles un mensaje de optimismo, ya que pensamos que,
desgraciadamente, muchos de los fallos presentes en el texto se podían haber
evitado con una revisión más exhaustiva de la que, en principio, habían
realizado. Aquí me refiero sobre todo a errores relacionados con la
concordancia del artículo con el sustantivo (como “la mismo forma”) y del
sustantivo con el adjetivo (como “farmacias abiertos”). Intentamos que los
comentarios no fueran una parte muy destacada de la corrección en sí, por lo
que optamos por cerrarlos entre corchetes y por una letra en cursiva y en color
gris claro. Desde nuestro punto de vista como alumnas, creemos que un mensaje positivo motiva al alumno a trabajar más para obtener unos resultados más satisfactorios.
Otro tipo de error que vimos en
repetidas ocasiones en el texto es la confusión de por y para, cuestión que,
al menos mis alumnas, ya me habían comentado. La verdad es que tienen bastantes
problemas y nosotras pensamos que la mejor solución para que reflexionasen
sobre esto era preguntarles directamente si se trataba de una causa o de una
finalidad.
Por último, creímos muy útil
hacer una valoración conjunta de todo el texto. Por ello, al final de la
corrección les incluimos unos comentarios donde invitábamos a las alumnas a
volver a leer el texto y reflexionar sobre los fallos cometidos, gracias a las
correcciones que les hicimos a modo de pequeñas pistas. Asimismo, también les
aconsejamos que tuvieran en cuenta el resultado conjunto como texto, ya que era
necesaria una introducción y una conclusión final. Finalmente, les
proporcionamos, en la misma corrección, enlaces a páginas web donde podían
solucionar algunas dudas que se les plantearan durante la reflexión y posterior
corrección.